Uno de los sectores a los que de inmediato se asocia el trabajo vertical es la limpieza. Sin duda, porque es fácil ver en nuestras ciudades a técnicos de acceso y posicionamiento en altura mediante cuerdas suspendidos de las fachadas de grandes edificios. Marc Vertical (Catarroja, Valencia) y Abrake (Alcobendas, Madrid) son dos de las empresas asociadas a ANETVA que se dedican a este sector. “La limpieza es uno de los trabajos que solemos realizar de forma habitual. Tanto de limpiezas esporádicas, como de mantenimientos anuales. Solemos trabajar principalmente en edificios de oficinas, edificios de viviendas y hoteles, entre otros”, afirma Marcos Martínez, socio fundador de Marc Vertical. “Para nuestra compañía –reconoce Íñigo Villaseca, gerente de Abrake–, los trabajos de limpieza suponen un 30 por ciento de la facturación y suelen ser recurrentes. También instalamos sistemas anticaídas para que se pueden realizar limpiezas en altura cumpliendo la ley de Prevención de Riesgos Laborales”.
La limpieza de fachadas es, en este sentido, la actividad más evidente de las empresas verticales, pero ni mucho menos es la única, como admite Marcos Martínez. “Nosotros nos dedicamos principalmente a la limpieza de fachadas, muro cortina de cristal o alucobond, patios interiores o ascensores panorámicos –enumera–. En contadas ocasiones hemos realizado limpiezas en el sector industrial de la alimentación, teniendo que limpiar estructuras, techos y paredes”. La presencia del trabajo vertical en el sector limpieza va también mucho más allá de los grandes edificios, según añade Íñigo Villaseca: “Abarcamos desde edificios de oficinas tipo centrales de banco, ministerios y centros comerciales a, también, limpiezas industriales en silos, chimeneas y estanques”. Las tareas, sin embargo, son sobretodo las mismas, describe el gerente de Abrake: “Protección de acceso y desplazamientos para realzar limpiezas, implantación de procedimientos de ejecución y trabajos propios de limpieza”, señala.
Más rápido, económico y seguro
A través del posicionamiento por cuerda las empresas de trabajo vertical son capaces de acceder hasta a los espacios más insospechados o que ningún arquitecto ha previsto. “En algunos de los sitios donde realizamos tareas de limpieza no se ha previsto en la construcción del edificio ningún tipo de acceso a las zonas de trabajo –expone Marcos Martínez desde Marc Vertical–. Por lo que es algo habitual tener que valorar la instalación de puntos de anclaje permanentes, tener que acceder por zonas privadas, por otros edificios o construcciones, etcétera”. Y es que, como añade Villaseca, “los edificios no suelen estar provistos de anclajes EN 795 para la realización de las tareas de trabajos temporales en altura”, incluso cuando es evidente que no pueden ser limpiados de ninguna otra manera.
Aunque en otras ocasiones, como precisa Marcos Martínez, “se tiene que valorar el trabajo a realizar con medios auxiliares, como plataforma elevadora o andamio auto estable”. En cualquier caso, Villaseca apunta entre las mayores dificultades a la que se enfrenta el trabajo vertical en el sector de la limpieza que en general “las empresas que nos contratan preferiría poder realizarlas con su personal”. Esta afirmación está vinculada a lo que Íñigo Villaseca, que desde 2014 ocupa la presidencia de ANETVA, expone: “Creo que aún la cuota de mercado que tiene nuestras empresas es muy pequeña comparado con el potencial que tiene nuestro método de trabajo. Deberán pasar aún algunos años para el mercado incorpore los trabajos verticales en sus procedimientos de ejecución”.
Sin embargo, como apunta Marcos Martínez desde Catarroja (Valencia), “el sector de la limpieza en muchas ocasiones sí que se conoce la importancia del trabajo vertical. Sobre todo, cuando muchos edificios no cuentan ni con un acceso directo a la zona de trabajo. O hay otros que tienen instalaciones obsoletas como góndolas. Evidentemente, prefieren el trabajo vertical para no tener que cambiar la góndola”. Según el socio de Marc Vertical, es posible afirmar que “los clientes prefieren realizar el trabajo de limpieza mediante el posicionamiento de cuerdas porque lo ven más rápido, económico y seguro”.
La formación, clave para la seguridad y para el sector
La seguridad es un factor esencial dentro del trabajo vertical, también en la limpieza. “Yo diría que la seguridad es el principal factor dentro de este sector –prosigue Marcos Martínez–. Es totalmente imprescindible tener a todos los trabajadores bien formados. Tienen que estar capacitados para poder instalar anclajes fijos o provisionales, saber donde se pueden montar dichos anclajes. Instalar las cabeceras, líneas de trabajo y líneas de vida o de seguridad”. Es como describe Íñigo Villaseca desde Alcobendas (Madrid): “No creo que se puede trabajar en este sector con responsabilidad y seguridad sin recibir formación de calidad –manifiesta–. La autoformación de los trabajadores implicándose directamente en las obras de las empresas le permite aprender a manejarse en la cuerda sin entender la globalidad de método de trabajo. Esto les resta seguridad y los incapacita para asumir situaciones complejas o coordinarse correctamente con otros equipos de trabajo”.
La formación es clave para la seguridad y para el sector de la limpieza. “Las instalaciones de cabecera necesitan estar respaldadas por una amplia experiencia y conocimiento técnico –prosigue el director técnico de Abrake–. Los procedimientos de acceso a la cuerda deben mejorarse y la protección a terceros debe crecer y estandarizarse”. Y continúa, por ejemplo, descubriendo otra cara de la seguridad y, también, de las dificultades a las que se enfrentan las empresas: “La protección a terceros supone un problema de ocupación de vía pública”.
En este sentido, Marcos Martínez afirma que es fundamental “balizar la zona de trabajo en la calle”. Y continúa señalado directamente a otro inconveniente habitual en el verano que, sin duda, puede causar graves consecuencias de seguridad y también de salud: “No menos importante es tener en cuenta la exposición al sol, sobre todo en los meses de más calor”. Y es que, como explica, “un cristal oscuro al sol puede llegar a estar muy caliente, dificultando enormemente su limpieza y lo principal de todo es que el trabajador se ve expuesto al sol que tiene en la espalda, al reflejo del mismo en el cristal, lo cual hace imprescindible tener protección ocular y a no exponerse mucho rato para evitar sufrir un golpe de calor”.