David Cendal, director gerente de ANETVA, valora el trabajo vertical como una actividad más pujante del año recién finalizado, cercana al pleno empleo.
El trabajo vertical es uno de los más pujantes de la economía española, con un buen baremo salarial y un, digámoslo así, pleno empleo. A lo largo de 2019, esa evidencia se ha consolidado, como afirma David Cendal, director gerente de ANETVA. “Leía hace poco un artículo que decía que el trabajo vertical es una de las cinco profesiones no universitarias mejor pagadas en España. No valoraré si esto es cierto o no, porque ANETVA nunca ha querido entrar en cuál es el salario alto, medio o bajo, porque es una cuestión que siempre hemos considerado que queda entre la empresa y el trabajador –manifiesta–. Ahora bien, es cierto que durante este año ha sido impactante el número de solicitudes de trabajadores que hemos recibido, y no solo por parte de las empresas asociadas, sino también de otras ajenas”.
Cendal confirma en una entrevista que hace balance del año recién finalizado –y que publicaremos en varias entregas– que “ha sido continua la publicación de ofertas de trabajo solicitando técnicos profesionales, formados o bien por una entidad como ANETVA o similar a lo que es la asociación. Es decir, no vale ya que te recomiende quien se cuelga contigo o solo con la experiencia. No, las empresas lo que quieren son técnicos reconocidos por una entidad de sólido prestigio como es ANETVA”.
La formación, puerta de entrada al trabajo vertical
El director gerente reivindica así el extraordinario papel que realiza la asociación en formación: “Así que la recomendación que haría a quienes quieran trabajar en esta actividad es que se formen, que vaya a los cursos de formación de una entidad reconocida. Porque se lo van a pedir, y se va a ahorrar muchísimos tiempo, esfuerzo y dinero. De hecho, aquí vienen personas con una experiencia de quince años y lo que le decimos que esa experiencia vale para superar el curso con mayor facilidad, pero no para trabajar. Porque seguramente hay mucha formación que no conoce, y a la vez también hay tareas que esa persona cree que hace bien, pero no”, señala.
Así que la primera recomendación, por tanto, que hace Cendal para quienes quieran sumarse a los trabajos verticales es la formación, “porque además es una exigencia legal que garantiza que el trabajo es seguro”, sostiene. “ El hecho de que poder pasar por un ciclo formativo y ser evaluado, es un requisito importante –prosigue–. Aquí evaluamos al trabajador porque estamos ante una actividad de riesgos especiales, donde la responsabilidad del empresario y del trabajador son muy altas. Es necesario verificar que ese técnico, que ese trabajador, tiene los conocimientos, las capacidades y desarrolla las funciones necesarias para hacer su trabajo con total seguridad”.
Un trabajo seguro y de baja siniestralidad
La formación es uno de los pilares de ANETVA y, además, una de las bases para que los trabajos en altura sean seguros y de baja siniestralidad. Sin embargo, está sometida a un marco legal muy ambiguo en el que la acreditación ANETVA, sin embargo, es una salvaguarda. “Hay una regulación y mucha ambigüedad, porque no aclara ciertas cuestiones que son fundamentales, como una carga horaria o los contenidos de un programa formativo. Sino que lo deja en siete puntos en función de las operaciones que vaya a desarrollar el trabajador –explica David Cendal–. Esto ha provocado que hoy en día pueda dar formación quién quiera, cómo quiera y de la manera que quiera. Así que lo que están haciendo muchas empresas de la actividad y las que contratan trabajos verticales es ir al estándar de las asociaciones más representativas en cada país. Aquí en España es ANETVA, pero también lo hay en Alemania o en Francia. Estos estándares son los que están exigiendo, a la hora de contratar, las empresas de trabajo verticales”.
Cendal mira atrás y resalta como la acreditación ANETVA ha sido fundamental en la profesionalización de la actividad de trabajos verticales. “Aquí en España llevamos formando técnicos de trabajo verticales ya 25 años. Desde el año 97 cuando salió el Manual. Aunque seamos una asociación empresarial, ha habido un esfuerzo muy importante en dar a la actividad herramientas para poder profesionalizarla”, sostiene el director gerente de ANETVA.
“Muchas de las actividades que hemos dado iban dirigida, en primer lugar, a las empresas, porque por algo somos una asociación patronal, pero también para que las empresas pudieran tener profesionales formados para garantizar que el trabajo es seguro –continúa–. La propia regulación de la actividad establece que el trabajo debe ser seguro para que pueda ejecutarse. Una de las maneras para poder entender que el trabajo es seguro es teniendo grandes profesionales, desde una doble vertiente. Uno, desde la ejecución de las propias técnicas en altura para poder hacer el trabajo: es decir, subirse en altura para poder ejecutar el trabajo. Y dos, la que es propiamente la tarea: saber pintar, enfoscar, cualquier tipo de trabajo que se exija, a la vez que se está en altura”.
“Estamos en un relanzamiento de la formación”
La acreditación ANETVA está creciendo en prestigio, también internacional. “En España ya llevamos 25 años y hemos consolidado nuestro estándar en la medida que la mayoría de las empresas tienen trabajadores formados. Ha habido años en los que ha habido una gran demanda de técnicos de trabajos verticales formados por la asociación y otros en los que ha bajado un poco, dependiendo también del mercado. Ahora estamos en un relanzamiento, donde no paramos de dar formación de técnicos –confirma–. Y a nivel internacional, muchos de los técnicos que vienen a trabajar aquí a España piden nuestra acreditación por el conocimiento que tienen en su país de ANETVA. Una de las cosas que más ha relanzado el reconocimiento internacional de nuestra acreditación es el Comité de Trabajos Verticales (ECRA) con otras asociaciones de ámbito europea”.
ANETVA, como asociación, ha tenido siempre vocación europea. Es socio fundador de ECRA, de hecho. Pero, en cambio, no cree que la futura certificación europea, EPCRA, llegue a buen puerto. “EPCRA no es a día de hoy una certificación europea como tal, solo es oficiosa. ANETVA tuvo la oportunidad de participar en un proyecto de certificación europea que iba a estar en el marco de cualificaciones profesionales europeas, a partir de todo lo que ha sido la revolución de planes Bolonia y los proyectos Leonardo. Una de las partes era la Formación Profesional, donde en coordinación con varias asociaciones europeas, podríamos crear una certificación profesional. Trabajamos durante dos años, hicimos la certificación propiamente, pero no se le ha dado aún la oficialidad. Está ahí, todavía latente”, explica David Cendal.
Ni EPCRA ni la cualificación de INCUAL
El director gerente de ANETVA valora así el futuro de EPCRA: “Es una posibilidad, pero no está cumpliendo la función que en su momento debería de haber alcanzado, que era armonizar todas las formaciones de las asociaciones que conviven a nivel europeo dentro de esta cualificación profesional. No ha sido así. No tiene ninguna contraposición, por decirlo de alguna manera, con los estándares de las asociaciones. ANETVA sigue con su estándar, que es el que tiene reconocimiento”.
Y manifiesta además: “Lo que ha pasado con EPCRA, es lo que también pudiera ocurrir con la cualificación del Instituto Nacional de Cualificaciones Profesionales (INCUAL), que puede ser que la saquen, pero los requisitos que marcarán no estarán en el día a día de lo que se exige en el sector, que hasta ahora son los cursos de ANETVA de 40 horas. Esa cualificación tendría 240 horas con módulos de certificación y exigencias que no tienen mucho sentido en el trabajo que realiza un trabajador vertical”.