Entrevista.
MANEL FORCAT es socio honorifico de ANETVA, y además estuvo presente en la creación de ANETVA. ¿Cómo recuerda esa etapa? y ¿Cuáles fueron los motivos de crear la asociación.
Nuestra empresa SERVIALT, en verdad no fue fundadora de ANETVA, ingresamos al cabo de un tiempo. Nuestra empresa se constituye en 1991, una de las primeras empresas en trabajos verticales de España. Al principio, no sabíamos de la existencia de la asociación, incluso no sabíamos que hubiera otras empresas en trabajos verticales.
Con el tiempo empezamos a conocer otras empresas y personas que se dedicaban a los trabajos verticales y nos enteramos de que existía una asociación donde se agrupaban empresas de trabajos verticales de toda España, entonces pedimos incorporarnos a ella, con una reunión previa en Madrid.
No mucho tiempo después de la creación de la empresa, pero no fuimos fundadores de ANETVA, el trabajo previo que se hizo, incluso en los años previos de la asociación, nosotros no estuvimos allí.
¿Cómo era la realidad de los trabajos verticales en aquellos años?
¿ A que retos se enfrentaban las empresas de trabajos verticales?
¿Cuáles eran las mayores dificultades que tenían las empresas y trabajadores de esta actividad?
Se pueden responder en una sola respuesta, porque todas van unidas.
En realidad al comienzo nos enfrentamos a varias dificultades, como las propias de la creación de una empresa nueva, teniendo en cuenta que casi todos éramos jóvenes y no contábamos con experiencia previa, independientemente que la empresa fuera de trabajos verticales o de cualquier otro sector.
Por otra parte, las cuestiones básicas más complicadas a las que nos enfrentamos eran por un lado, los clientes, el mercado, no se conocía la actividad, y la principal tarea que tenías a nivel comercial, no era convencerles de que te dieran a ti el trabajo como empresa, era convencerles de que se podía hacer con cuerdas. En aquellos momentos, prácticamente nadie sabía lo que era el trabajo vertical, no solo el público en general, no lo conocían ni comunidades de propietarios, ni siquiera las empresas del sector de la construcción. No tenían ni idea de lo que estábamos hablando. Había que explicarle lo que íbamos hacer y cómo lo íbamos hacer. Este era el principal reto que tenía casi todo el mundo.
Por otra parte, la ausencia de ningún marco legal, es decir, no solo que no había una normativa concreta, si no que no había ni siquiera una guia del Ministerio de Trabajo o de Inspección de trabajo, no había prácticamente nada, en este tema, con lo cual se provocaron situaciones a lo largo de los primeros años, donde incluso algún inspector de trabajo paralizó trabajos, porque entendía él personalmente que eso no era legal y no se podía hacer, y así sucesivamente, por lo tanto en ese momento solo podías argumentar que era seguro.
Se hizo un importante trabajo en este tema, en intentar explicar y ayudar a las empresas a superar estos problemas con la inspección de trabajo, o también con los responsables de seguridad de las grandes empresas, etc., para explicarles, que tenía razón, no estaba regulado normativamente, obviamente, porque no había un marco legal, pero tampoco era ilegal.
A partir de ahí la gran dificultad que se presentaba era explicar que los trabajos verticales son una actividad que no tenía “ley” o “norma”, lo cual era complicado de explicar.
Problemas generales había aquí y allá, pero en general pudimos crecer, pudimos avanzar, es decir, los dos retos principales era convencer a la gente, a los clientes, que era una actividad que se puede desarrollar.
¿Cuáles fueron las razones o motivos que le llevaron a presidir ANETVA?
Los motivos que me llevaron a presidir ANETVA, aunque llevábamos poco tiempo en la asociación, se debieron a que había una situación como de crisis en su liderazgo. Por parte de los miembros hubo una necesidad de búsqueda de un referente, y consideraron que yo era una persona adecuada, aunque no hacía tanto tiempo que nos conocíamos.
Viajaron a Barcelona Cesar Suela y Juanjo Guerrero, expresamente para entrevistarse conmigo y platearme dos cuestiones. La primera era que la asociación debía tener un referente a efectos de liderazgo y dirección, y en segundo lugar, me plantearon que necesitaban mi colaboración para presidir la asociación y paliar esa deficiencia de liderazgo.
Se hizo muy difícil decir que no, aunque no tenía muy claro cómo iba a ser realmente, que podía hacer realmente yo, ¡que también era nuevo en el sector!, pero bueno “acepte”.
Para mí, también estaban bastante claros los hechos por lo que me solicitaban mi colaboración, ya que entendía las necesidades que me planteaban en cuanto a liderazgo y dirección, y estaba de acuerdo en que se necesitaban cambios en este sentido, tal y como pude comprobar en las reuniones o asambleas en las que estuve previamente a la proposición de colaborar y ser el futuro Presidente de ANETVA.
También influyeron las propias necesidades y carencias de la asociación en cuanto a organización, pero además y lo más importante, la creencia más absoluta que había que dotar a la actividad de un marco jurídico, posicionar las empresas en el mercado y ante las administraciones públicas.
En poco tiempo vi las necesidades que tenía ANETVA, como debía cambiar para seguir avanzando, creciendo para ser un referente, y como debía trabajar, tanto para convencer a los potenciales clientes de que debían contratar empresas verticales y a la administración pública, para conseguir de ella un marco jurídico, lo cual no era tan fácil, al no tener la actividad de los trabajos verticales tanto peso en la Unión Europea, y por lo tanto tener que inicialmente partir de ser una cuestión española. Se planteaba respecto de esto último un reto muy importante.
Mi objetivo era avanzar en estos dos sentidos en ANETVA, que fuera representante del sector, incipiente en ese momento y por otro lado marcar la pauta y las directrices en el tema jurídico, legal y/o normativo.
¿Cómo asociación y Presidente en esos años, que logros destacaría?
En cuanto a los logros de la asociación y de la actividad en general, diría que al cabo del tiempo, no solo ahora, es la normalidad en el mercado, su aceptación, es decir, se tiene como algo normal o natural el hecho de contratar una empresa de trabajos verticales desde hace más de 15 años.
Nadie se plantea que no pueda ser posible hacer trabajos verticales o no como ocurría en los inicios, por lo tanto ante el mercado potencial de los trabajos verticales, eso se normalizó totalmente.
Por otro lado, la regulación legal, que haya normas y leyes, tanto en España como los reales decretos, las guías del Instituto de Seguridad y Salud en el Trabajo, normas técnicas, manuales y guías como los de ANETVA, como en Europa y otros países, ha hecho o ha permitido la aceptación legal y global de la actividad.
Hoy en día es muy raro encontrarse lugares en el mundo donde no haya trabajos verticales, es una actividad desarrollada y regulada, convirtiéndose en una actividad laboral y profesional reconocida globalmente.
En España, ANETVA ha tenido un papel destacado en el reconocimiento de la actividad. No voy a decir yo que hiciéramos el 100 % del trabajo, pero la gran mayoría si lo hicimos. Fuimos un referente en la representación del sector, incluso aunque no estuvieran todas las empresas representadas en ANETVA, era su voz, su referencia, y así lo tomaron las administraciones públicas.
Nunca hubo duda de que ANETVA era el representante del sector, y que era el interlocutor para hablar de regulación, de temas técnicos, de formación, etc., en lo que estaba relacionado con los trabajos verticales. Cuantas veces, supongo que se sigo haciendo, o ahora no hace falta, pero se hicieron charlas técnicas, para informar a inspectores de trabajo, a los técnicos del INSST, a entidades de prevención y seguridad, mutuas patronales de seguridad, profesionales como arquitectos, ingenieros, etc.,etc., para explicarles que era la actividad y como se tenía que realizar y/o ejecutar, como por ejemplo en el proceso de elaboración de la Guía Técnica del Instituto. sobre equipos de trabajo, que ahora supongo que ha tenido revisiones, pero se hizo con la colaboración de ANETVA.
En muchos temas o aspectos ANETVA participó de una manera central, como pilar del desarrollo de los trabajos verticales y su normalización en España, todo ello se hizo a través de la asociación durante esos años.
¿Qué valoración hace de su etapa como Presidente de ANETVA
En cuanto mi etapa como presidente, lo que puedo decir, que todo el trabajo que se hizo, que no fue poco, y seguro que hoy en día se hace otro tipo de trabajo, posiblemente incluso más intenso o complejo, pero en ese momento era como la formación de todo, la formación de la formación, por ejemplo.
Desde el sistema de formación, el carnet profesional, las relaciones con las administraciones públicas, conseguir leyes, normas, todo ello supuso un trabajo arduo, ya que el lograr que tanto el mercado como las administraciones publicas aceptarán el sector de los trabajos verticales como algo normal, como cualquier otro sector, es un logro bien importante, me perece!
Por otro lado, lo que más destacaría como presidente es la colaboración con todos los asociado. Durante todos los años que fui presidente, y siempre encontré la máxima colaboración. Fue un trabajo duro e intenso, no solo para mí, sino también para la Junta Directiva, para los profesionales de la Asociación, los asociados, etc., hicimos un trabajo bien duro.
Por otro lado, no se puede decir que fuera tan difícil o amargo, porque recuerdo que a todo el mundo al que le pedía formar parte de la Junta Directiva, nunca dijo que no, y si lo dijo alguien era porque realmente no era viable por los motivos que fueran, personales, profesionales o lo que fueran, pero realmente todo el mundo estaba dispuesto a ayudar, como se podía comprobar por la participación en las asambleas.
La mayoría de la gente, obviamente cada uno con sus temas y siempre con una voluntad positiva, colaboró y me apoyó durante muchos años. Colaboración que sin duda, ayudo a avanzar en la asociación.
Siempre recibí la mayor disposición de todo el mundo, y eso es muy importante para avanzar, así se consiguieron realizar trabajos complejos y arduos como el de los procedimientos de formación, el manual de la trabajos verticales, el marco jurídico de los trabajos verticales, etc.
Por tanto mientras fui Presidente destacaría que entre todos logramos que el sector fuera normalizado, y la gran colaboración que recibí de todos los miembros de la asociación.
Mantiene alguna relación con esta actividad, conoce la realidad y su evolución. Si es así ¿Cuál es su opinión?
Si, sigo trabajando en la actividad, en Israel, donde vine a vivir hace 10 años, y trabajo en una empresa de trabajos verticales.
Aquí también en Israel hay una legislación muy precisa, más o menos igual que la de Europa, si no recuerdo mal del 2007, legislación de formación, carnets profesionales, etc.
Trabajo en Israel en el día a día con la actividad de los trabajos verticales. También mantengo contacto con mi socio en la empresa de Barcelona, más o menos cada 15 días, a través de zoom y también la empresa, que en su momento cree en Uruguay en el año 2000, sigo siendo socio y mantengo contacto una vez al mes por zoom. Es decir, sigo en la actividad, tanto aquí en Israel con el día a día como con mis empresas en Uruguay y Barcelona. Como digo aquí la legislación , como los equipos, etc. son todos prácticamente como en España y Uruguay. Muy parecido todo.
Como valora que la asociación cumpla 30 años
30 años, realmente para una asociación profesional, ONG o empresa es mucho tiempo. Destacaría que durante este tiempo el trabajo de la asociación, sin sobresaltos, ha sido un trabajo constante, metódico…pudiendo decir felicidades a todos los asociados presentes, del pasado y del futuro, y se notan los resultado de cómo han ido progresando los trabajos Verticales. FELICIDADES, y como se dice en Israel מזל טוב.