ANETVA sigue creciendo. Dos nuevos asociados se suman a nuestra familia: Servertik Verticals (Castellar del Vallès, Barcelona) y Verticaler (Madrid). “Servertik nace después de más de diez años de experiencia en el sector. Nos apasiona lo que hacemos, en realidad nos encanta estar en las alturas, tenemos vocación por lo que hacemos”, explica Edu Gálvez, su gerente y fundador. “Somos una empresa pequeña que nos gusta hacer las cosas bien y satisfacer al cliente –añade–, estamos en constante formación tanto en el ámbito vertical como los trabajos que realizamos”.
“Verticaler somos un equipo formado aquí en España –presenta Alex Ostapovets, su fundador–, en el que nos hemos juntado trabajadores procedentes de Kazajistán, de Rusia y de Ucrania, que tenemos mucha experiencia, sobre todo, en industria. En mi ciudad, por ejemplo, hay una gran fábrica de metal, que es donde algunos de nosotros hemos trabajado durante mucho tiempo”. Ostapovets hace referencia a la Corporación Arcelor Mittal Temirtau, donde suma más de 17 años de experiencia en trabajos verticales de alto nivel. “Aquí llevamos tres años solamente. Yo soy autónomo, aunque estoy pensándome hacer una sociedad limitada”, relata Ostapovets.
Crecer desde Barcelona y Madrid
Servertik realiza trabajos verticales y de difícil acceso en la industria desde hace más de 15 años. “Los trabajos que realizamos son muy variados, empezamos en edificación, pero hoy en día también hacemos industria. Nos gustan los retos y con el tiempo nos hemos ido formando en albañilería, pintura, soldadura, rescates, etcétera”, enumera su gerente. Hoy en día, trabaja por toda Cataluña, sobre todo en el área de Barcelona, donde tiene su sede. “Aunque hace unos años –recuerda– estuvimos afincados en Andorra, donde realizamos muchos trabajos”.
Precisamente, son esos trabajos en altura en Andorra los que destaca Gálvez. “Los trabajos verticales que hemos realizado a lo largo de los años han sido muy diversos –hace memoria–. Los que recuerdo más por su dureza han sido en la época de Andorra por las bajas temperaturas y la nieve, también éramos más jóvenes. Hoy en día los trabajos más satisfactorios son los que realizamos en industria”.
Verticaler se centra en Madrid. “Aquí hemos trabajado para Cruz Roja, para el Ministerio de Defensa”, relata Ostapovets. “Nosotros realizamos en general todos tipos de trabajos verticales –añade–. Trabajamos en la industria y en la edificación, en todo lo que pueda surgir en altura: reparamos y limpiamos fachadas y cubiertas, cambiamos canalones, bajantes… Tenemos mucha experiencia en instalaciones de diferentes tipos. Desde aires acondicionados y sistemas de ventilación a acueductos, pero también colocamos lonas de publicidad y vinilos en altura. También en pintar grandes estructuras metálicas, como por ejemplo torres de telecomunicaciones, porque eso lo hicimos muchísimo en nuestros países”.
En busca de unión con otras empresas
Verticaler entra a formar parte de ANETVA, como relata Alex Ostapovets, en busca de vínculos empresariales y, además, con la idea de expandir la formación a países rusohablantes. “Queremos, en general, unirnos con otras empresas en España. Ahora mismo, prefiero unirme a una gran empresa y mejorar los servicios, en vez de, digamos, sobrevivir. Queremos unirnos a otras empresas y mejorar a través del intercambio de experiencias”, explica. Aunque también, como expone, quiere que esos vínculos con otras empresas también tengan un doble sentido: el intercambio de técnicas de acceso en altura y compartir una preparación física especializada para trabajadores en altura.
“En el mercado, sobre todo en la gran ciudad, hay muchas pequeñas empresas como la mía, de autónomos que antes eran trabajadores por cuanta ajena. Y que ahora tenemos que dedicarnos que ser empresarios polivalentes. Tenemos que hacer publicidad, gestión, contabilidad, de todo, excepto en lo que eres muy bueno, que es en hacer el trabajo en altura –relata–. Una de nuestras ideas es crear un método para mejorar el sector, a través de intercambios. La idea es si nosotros nos unimos seis, diez personas, y cada uno enseña su técnica, nosotros podemos buscar siempre la que más nos ayude. Creo que a través de ANETVA podemos trabajar en este sentido”.
Y también está la vocación deportiva. “Otro proyecto que queremos hacer a través de los trabajos verticales está vinculado a la preparación física –describe–. Yo he sido deportista militar y he competido en campeonatos nacionales e internacionales, incluso en copas del mundo. También he estudiado en la Universidad Politécnica de Madrid como entrenador personal. Por eso, una de las ideas que tenemos es ofrecer entrenamiento específico para los trabajadores verticales. Porque quienes trabajan, sobre todo en la industria, deben tener una muy buena preparación física”.
“La formación y compartir conocimientos es fundamental”
La vinculación entre deporte y trabajo en altura la conoce bien Edu Gálvez. Como muchas empresas especializadas en la actividad vertical, Servertik surgió, según relata Gálvez, “por la fusión del hobby y lo profesional”. Y lo explica muy gráficamente: “En aquellos tiempos disfrutábamos de la escalada y trabajábamos en mantenimientos. Los fines de semana íbamos siempre con el arnés puesto y entre semana realizábamos todo tipo de trabajos. Un día, juntamos las dos cosas y hoy vamos cada día con el arnés puesto, que es lo que nos gusta”.
Servertik llega a ANETVA para sumar. “Nos hemos asociado a ANETVA para hacer fuerza en el gremio –afirma su gerente–. Las cosas han cambiado mucho en el sector del vertical con los años. Hoy en día se ha profesionalizado mucho y creemos que nos merecemos un reconocimiento a nivel estatal”. Este es el principal déficit, según Edu Gálvez, que tiene la actividad vertical en España: “La dificultad de los trabajos verticales es que no estamos reconocidos. España va a la cola en muchos aspectos, si es cierto que a nivel privado cada vez nos exigen más. No estaría mal tener un gremio reconocido y exigente”.
También desde Servertik, Edu Gálvez sostiene que la formación es imprescindible. “Creemos que es fundamental la formación y el hecho de compartir conocimientos –manifiesta–. Todos los días se aprende algo nuevo como técnicas, maniobras, nudos, materiales nuevos, etc. Aprender nunca está de más. Hoy en día tendría que ser obligatoria la formación para todos”. Como dice el propio Gálvez, “un saludo compañeros, nos vemos en la vertical”.
“Llevar la formación a Kazajistán es muy importante”
Y también está la formación. “Nos hemos unido en la asociación porque nosotros queremos ser monitores de trabajos verticales y llevar la formación a nuestros países –detalla–. Yo, por ejemplo, ayudaría así a mis amigos, a mis conocidos, con los que antes trabajaba, porque ellos siguen haciendo trabajos verticales pero les falta formación”. Y añade: “Después de hacer la formación aquí, veo que es muy útil, y que aparte de práctica hay que hacer cada cierto tiempo una renovación de tus conocimientos. Y llevar esto a Kazajistán es muy importante, no hay empresas de formación con la normativa europea, solo un centro con Irata. Ese es un objetivo, hacernos monitores y trasladar la formación a los países ruso hablantes”.
En España, Alex Ostapovets admite cree que faltan especialistas. “Veo que faltan trabajadores de buen nivel, de profesionales. Creo que en el mercado no hay gente motivada o hay muy poca gente que le guste este trabajo. Hay muchísima gente que viene, por ejemplo, de otros sectores, pero les falta experiencia en altura. Mucha gente piensa que si sabe pintar también sabe hacerlo descolgado, pero eso no es así”, manifiesta. “A la vez, también me he encontrado con empresas donde la dirección no sabe qué es realmente el trabajo vertical y desconocen los detalles, porque nunca se han descolgado. Así es imposible que haya comunicación entre la dirección y los trabajadores, que compartan los mismos objetivos”.