Perfil del técnico en trabajos verticales: Un profesional multifuncional en diversos sectores

En los inicios de la actividad de los trabajos verticales, las empresas contrataban a trabajadores que provenían del ámbito deportivo. Es decir, del montañismo, escalada e, incluso, de la espeleología. En ellos, se reunían varios factores que facilitaban trabajar en altura, como la denominada “personalidad resistente”, pero sobre todo tenían conocimientos, capacidades y habilidades para ejecutar diferentes técnicas de estas disciplinas aplicadas al medio urbano. Sin embargo, cada vez son menos las empresas que contratan a este tipo de perfiles, principalmente por que se prima el tener un oficio, que permita poder realizar una determinada tarea o trabajo, para después formar al trabajador en trabajos verticales, para poder realizarla.

Desde hace muchos años, el hecho de tener conocimientos de deportes de este tipo no es suficiente. Concretamente desde la aparición del RD 2177/2004, los trabajadores verticales deben tener una formación adecuada y especifica en función de las operaciones previstas que vayan a desarrollar en la ejecución de trabajos temporales en altura mediante trabajos verticales, así como la formación respectiva en materia preventiva y en su caso la gremial.

Ahora, de forma mayoritaria los trabajadores verticales provienen en su mayor parte de diversos oficios, siendo formados en materia de realización de las técnicas de acceso y posicionamiento por cuerdas, que es como la normativa identifica a la actividad de los trabajos verticales.

De hecho, las empresas de trabajos verticales demandan actualmente personas con perfiles profesionales principalmente ligados a la construcción, industria, metal, entre otros, que obtienen un trabajo adquiriendo los conocimientos, capacidades y habilidades inherentes al puesto de trabajo vertical .

Actualmente, no existe una titulación concreta exigida legalmente para realizar trabajos verticales, solo que se forme a los trabajadores. Ante este déficit, ANETVA desde el año 1997 diseñó y aplicó un programa formativo en técnicas de trabajos verticales, desarrollado con la participación y supervisión de reconocidos expertos y técnicos superiores en Prevención de Riesgos Laborales, y emite una acreditación profesional reconociendo, por tanto, la formación adquirida por el técnico de trabajos verticales.

La formación como clave para ser técnico en trabajos verticales.

Esta imprescindible formación se compone de un currículo que se estructura en tres niveles de capacitación, estableciendo para cada uno de ellos unos contenidos teóricos y prácticos, programas lectivos, cargas horarias, requisitos de acceso, reconociéndose las capacidades y competencias profesionales respectivas, mediante la correspondiente acreditación profesional.

Esta estructura formativa tiene como eje fundamental, en cuanto a conocimientos, el contenido recogido en el denominado Manual de Formación de Trabajos Verticales que esta asociación edita: son el nivel OF-BASIC, OF-II y OF-III.

Los contenidos de esta formación en técnicas de acceso y posicionamiento mediante cuerdas tienen como base fundamental lo dispuesto en el RD 2177/2004, los cuales fueron propuestos durante el proceso de transposición de la Directiva Europea 45/2001/CE por ANETVA. En este sentido, contiene y desarrolla los conocimientos y habilidades necesarias para la utilización de los equipos de trabajo para ejecutar trabajos temporales en altura mediante su uso. Todo esto, sin olvidar la necesidad de aportar la visión de que esta formación debe tener un alto componente preventivo, tanto en cuanto la correcta utilización de los equipos de protección individual contra caídas en altura con el objetivo de garantizar la seguridad y salud del trabajador.

Esta estructura profesional y formativa diseñada por ANETVA permite definir perfiles profesionales con diferentes niveles de especialización y responsabilidad. Es un proceso formativo progresivo y escalonado, que cumple con lo que dispone la Guía Técnica sobre Equipos de Trabajo, publicada por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. El acceso al nivel superior de formación comporta obligatoriamente la superación del nivel inferior, además del correspondiente periodo de trabajo efectivo, con el objetivo poner en práctica lo aprendido y adquirir madurez profesional.

La experiencia profesional es un requisito básico en el proceso formativo reconocido por ANETVA. Él que el técnico formado ponga en práctica en su puesto de trabajo los conocimientos adquiridos, es fundamental para adquirir esa madurez profesional, la cual, también, indiscutiblemente forma parte del proceso de aprendizaje, y le permitirá poder asumir, cuando así lo decida, mayores competencias y responsabilidades al continuar su formación realizando los niveles superiores.

Un aspecto muy importante a destacar dentro el proceso formativo de un técnico de trabajos verticales es el del reciclaje de su formación. La justificación del porque es necesario que el técnico de trabajos verticales se recicle tiene muchas causas y justificaciones. La necesidad del reciclaje se deduce al referirse por ejemplo la Guía Técnica de Equipos de Trabajo antes mencionada a que el proceso formativo debe “…promover la mejora continua en la adquisición y puesta en práctica de conocimientos y capacidades, para que los trabajadores sean capaces de poder actuar con la suficiente iniciativa y eficacia preventiva en todas las situaciones de trabajo, y en particular en aquellas con condiciones especiales y de emergencia, que pudieran presentarse.”

Si se tiene en cuenta lo anterior y se enlaza con lo dispuesto en el RD 2177/2004 al indicar que el trabajo vertical debe planificarse y supervisarse de manera que se socorra a un trabajador suspendido de las cuerdas de manera inmediata, se puede concretar que el técnico de trabajos verticales debe siempre tener al día sus habilidades y competencias, especialmente en lo referente a la realización de las técnicas de rescate y evacuación de accidentados sobre cuerdas, lo que exige lógicamente la correspondiente verificación periódica de que efectivamente las tienen y las sabe ejecutar. Pero además, existen otros motivos por lo cuales el proceso de reciclaje es necesario, como puede ser la aparición de nuevos dispositivos y equipos, la ejecución de trabajos complejos o en lugares difíciles, la aplicación de diferentes técnicas, la comprobación de la madurez profesional, sobre todo cuando se ha tenido un largo periodo de inactividad, entre muchas otras.

La acreditación profesional emitida por ANETVA, desde hace muchos años tiene un consolidado reconocimiento, no solo a nivel nacional, sino también internacional, Como socio fundador del Comité Europeo para los Trabajos Verticales, la formación reconocida por ANETVA, tiene el respaldo del resto de las asociaciones que lo componen, lo cual supone un respaldo internacional, y facilita que tanto las empresas de trabajos verticales como los propios trabajadores puedan trabajar en diferentes países con la acreditación profesional emitida por esta asociación.

Hacia una profesión con una mayor especialización.

Las técnicas y maniobras de progresión por cuerda, los equipos, la formación que los trabajadores reciben y los profesionales que la imparten, la prevención, la planificación, son algunos de los factores y aspectos básicos en la ejecución con seguridad de trabajos temporales en altura con trabajos verticales. Es una actividad profesional que se sustenta en las competencias, capacidades y habilidades de los operarios que la realizan.

Los trabajos verticales están en pleno desarrollo todavía en cuanto a su aplicación en determinados sectores, y muy consolidado en otros. Está en continua evolución, y tiende hacia la especialización, de tal modo que las empresas se están especializando en determinados servicios en función de su capital humano y de su saber hacer, de manera que hay algunas que únicamente pinten, otras que solo limpien, otras que hagan mantenimientos industriales, otras taludes, otras parques eólicos, telecomunicaciones, patrimonio, medio urbano, protecciones y medidas de seguridad, entre otras especializaciones, tal y como ocurre en otras actividades. El perfil, por tanto, del trabajador vertical es y debe ser el de un especialista, que utiliza para realizar un trabajo temporal en altura estas técnicas de progresión por cuerda, y al cual se le exige no solo los conocimientos para realizar la progresión por estas, sino una formación especializada de ámbito gremial, además de un conocimiento fundamental en prevención de riesgos laborales, para con todo ello ejecutar los trabajos encomendados con total y absoluta seguridad.