Estabilización de taludes y frentes rocosos, un sector donde el trabajo vertical es “imprescindible”

La protección y estabilización de taludes, evitando el desprendimiento de cualquier bloque rocoso, es uno de los sectores en los que es imprescindible la participación de empresas de trabajo vertical. Y en ello se han especializado empresas asociadas a ANETVA, como Desnivel Agranaltura (Granada), Hermanos Caride Trabajos Verticales (Ourense) e Inaccés Geotècnica Vertical (Barcelona). “Nuestra empresa está ampliamente especializada en la estabilización de taludes, siendo esta su principal actividad –afirma Matilde Murillo Amat, responsable de Seguridad de Desnivel Agranaltura–. Desde su creación, Desnivel ha ejecutado todo tipo de proyectos vinculados con la estabilización de taludes y la protección frente a desprendimientos”.

Para evitar la caída de taludes y de frentes rocosos –ya sea sobre urbanizaciones, carreteras o vías férreas, por ejemplo–, la solución suele ser instalar mallas de triple torsión sujetas con bulones para el control de los desprendimientos. En esos casos, el acceso, progresión y posicionamiento mediante cuerdas es la técnica más eficaz para su ejecución. “A día de hoy, el sector de la estabilización de taludes y frentes rocosos supone el 75% de nuestra actividad”, añade José Caride Iglesias, gerente de Hermanos Caride.

Estabilización de talud en Mina a 4.600m de altitud – Cordillera Central de los Andes – Perú

“Nosotros somos una empresa con más de veinticinco años de experiencia que ofrece servicios de obras e ingeniería para la protección de las personas y las infraestructuras frente a riesgos geológicos y naturales, incluso en zonas de acceso extremo”, señala David Marín Casanovas, consejero delegado de Inaccés. “Somos una empresa certificada –prosigue– con un sistema integrado de gestión ISO 9001, ISO 14001 y ISO 45001 y, por tanto, comprometida con la calidad, el medio ambiente y la seguridad”.

Inaccés también ofrece “soluciones integrales a problemas geológicos. Realizamos obras seguras, eficaces y de calidad que protegen a las personas y a las infraestructuras, cuidan del medio ambiente y se integran en el paisaje”, explica Marín Casanova. “Contamos con personal cualificado, maquinaria específica del sector geotécnico y materiales de tecnología avanzada. Somos especialistas en la ejecución de obras en zonas inaccesibles”.

Riesgos de desprendimiento siempre presentes

Las adversidades orográficas a las que hace frente el sector suelen ser, como señala Matilde Murillo Amat, responsable de Seguridad de Desnivel, “muy variables, debido a que en nuestro ámbito de trabajo nacional e internacional varían mucho dichas condiciones”. Y por ello añade: “Hay que tener en cuenta que dentro de nuestro grupo tenemos una empresa consolidada en Perú, donde la mayoría de los trabajos se realizan en los Andes, siendo una orografía muy abrupta y unas dimensiones extraordinarias. Además, es uno de los países con mayor diversidad en microclimas: selva, costa y sierra. En España, además de contar con unos factores climatológicos muy variables, no es lo mismo en el norte que en el sur. Trabajamos en toda la península y además en las Islas Baleares y Canarias”.

Hermanos Caride

El consejero delegado de Inaccés enumera que “a menudo trabajamos en terrenos inestables y/o de difícil acceso, donde es importante contar con una gran experiencia conocimientos técnicos para afrontar los trabajos con plenas garantías de seguridad y fiabilidad”. Sobre todo, como explica, cuando “la climatología también nos afecta, no solo en lo que se refiere a las condiciones de trabajo con frío o mucho calor, lluvia, viento, nieve, etcétera, sino debido a la influencia que puede ejercer sobre el terreno en el que estamos actuando –relata David Marín Casanovas–. El comportamiento de terreno puede ser cambiante si las condiciones meteorológicas también lo son. En episodios de condiciones especialmente duras, siempre hay de redoblar los protocolos y sistemas de seguridad”.

Desnivel Agranaltura, como ejemplo, “ha realizado trabajos en taludes con un desarrollo de más de cien metros de altura en condiciones climáticas de selva, donde la precipitación anual es muy abundante”, manifiesta Murillo Amat. Eso significa, como apunta José Caride Iglesias, que el trabajo vertical requiere una valoración previa de dificultad, peligrosidad, acceso, cargas, que califica de “imprescindible”. Los riesgos de desprendimientos están siempre presente, ya sea por el desplazamiento de trabajadores, por la utilización de maquinaria o, incluso, por el arrastre de la cuerda de protección en la cabecera del talud.

Plan de seguridad y alta calidad técnica 

“Siempre para cualquier tipo de trabajo de riesgo se realizan inspecciones previas para analizar la solución y ver los condicionantes, características de la obra y medidas de seguridad a tener en cuenta para la correcta ejecución de la obra”, sostiene Matilde Murillo Amat. “Se han de valorar los equipos necesarios para la ejecución de los trabajos y cómo poder implementar estos equipos, acceso al pie del talud, sistemas de línea de vida en la cabecera de los taludes y sistemas de amarre de los equipos en caso de ser suspendidos por falta de acceso o limitación por una altura superior a los medios disponibles. Con este análisis se desarrolla un plan de seguridad de la obra, el cual es aceptado por el cliente”, añade la responsable de Seguridad de Desnivel.

Inspección de sistema de estabilización en espacio cultura – Marbella – España

“Previo al inicio de cualquier trabajo se realiza una valoración previa de las características del terreno, dificultad de acceso, ubicación de materiales, etcétera”, enumera David Marín Casanovas. “El objetivo de la actuación de Inaccés –manifiesta– es el acondicionamiento de espacios transformándolos en más seguros por medio de soluciones de alta calidad técnica y de implementación, centrados en la cultura de la prevención de riesgos que nos caracteriza. Un reto convertido en metodología de trabajo que define las acciones de la empresa y estimula la innovación permanente”.

Esto significa que los trabajadores han de tener una gran formación. “Para el desarrollo de los trabajos –enumera Murillo Amat– necesitamos que todos nuestros trabajadores estén formados en técnicas de trabajos verticales, siendo principalmente su formación OF-Basic, OF II y III. Además de cursos propios específicos de los trabajos a desarrollar”. José Caride Iglesias, gerente de Hermanos Caride, está de acuerdo, aunque añade además de la acreditación ANETVA, por ejemplo, cursos de Prevención de Riesgos Laborales de 60 horas, así como específicos del puesto de trabajo de 20 horas, entre otros. “Todos nuestros operarios –dice el consejero delegado de Inaccés– están formados con la formación OF Basic de ANETVA, también tenemos personal con OF II y OFF III, así como formadores en plantilla”.

La actividad vertical también es innovadora

Las tareas que ejecuta Hermanos Caride, que ya suma cuatro años en el sector con experiencia en toda la geografía nacional, necesitan de formación en altura y gran especialización: “Nosotros estamos especializados en desbroce y despeje del terreno, limpieza de taludes o trincheras, colocación de malla y red de cable, perforaciones para bulonado, colocación de pantallas dinámicas”, narra José Caride Iglesias. Por su gran dificultad, Hermanos Caride destaca las trincheras de la línea de ferrocarril entre Ourense y Monforte de Lemos.

Desnivel Agranaltura lleva desde 2002 ejecutando “sistemas de estabilización, tales como mallas de alta resistencia ancladas y reforzadas con cable, redes de cable, redes de Anillos, etcétera”, describe Murillo Amat. “También sistemas de protección contra desprendimientos, como barreras dinámicas o mallas en cortina, sistemas contra flujo de detritos entre los cuales destacamos las barreras Debris Flow –continúa–. Todos estos sistemas se ejecutan por personal especializado tanto en la instalación de estos sistemas como en los trabajos verticales”. 

La responsable de Seguridad de Desnivel Agranaltura expone que la actividad vertical también es innovadora: “Si tuviéramos que destacar una especialización, que además es común a todos los sistemas, sería la perforación en altura de alto rendimiento, donde debido a la inversión en innovación nuestra empresa ha evolucionado a una perforación mas eficiente y segura, a través del V-truck, un camión grúa con perforadora ligera en punta”, declara.

Inaccés, que se fundó en 1993, tiene una presencia internacional importante. Ha desarrollado proyectos y obras en Francia, Portugal, Andorra, Túnez, India, Chile y Marruecos. La empresa, con sede en Argentona (Barcelona), está especializada dentro de los trabajos verticales “en la protección de personas e infraestructuras respetando la naturaleza. Utilizamos diversas técnicas de estabilización de taludes, incluso en áreas de acceso remoto o inaccesible para las herramientas habituales”, describe David Marín Casanovas. “Respondemos actuando en todas sus fases: desde el análisis y la auditoría, hasta la planificación y ejecución de obras –sigue afirmando–. Nos ocupamos de la consolidación de terrenos, estabilización de volúmenes rocosos, protección y seguridad frente a aludes de nieve y desprendimientos de rocas”.

Trabajos complejos y con dificultad de acceso

En 2010, en plena crisis, Desnivel Agranaltura optó por la internacionalización, que le llevó a ejecutar trabajos en países como Perú, Brasil, Ecuador o Costa de Marfil, entre otros. Actualmente, mantiene una delegación en Perú, y en el país andino es precisamente donde han realizado uno de los trabajos más complicados al que se han enfrentado: “Son muchos los trabajos complejos y con dificultad de acceso, aunque si tuviera que destacar alguno, destacaría el proyecto de ejecución de 22 barreras Debris Flow en Chosica, en Perú”, explica Matilde Murillo Amat.

Su descripción demuestra lo que supone el trabajo vertical en este sector: “Este proyecto además de trabajar en nueve quebradas sin acceso, donde se tuvo que utilizar medios auxiliares como transporte en helicóptero y tirolinas, también tenía la dificultad del corto periodo de tiempo y las inclemencias meteorológicas –afirma la responsable de Seguridad de Desnivel Agranaltura–. Fue un proyecto ejecutado en tiempo record para la protección de la localidad de Chosica ante el riesgo de sufrir avenidas de flujos de detritos/Debris Flow o localmente conocidos en Perú como huaicos. Una vez terminado el proyecto en la siguiente temporada de lluvias se pudo contener todos los eventos Debris protegiendo la población y reteniendo más de 10.000 m3 de material”.

Algunas de las  intervenciones de Inaccés tampoco las olvida David Marín Casanovas. “En más de 25 años de trabajos continuados en este sector –recuerda su consejero delegado–, son muchísimos los trabajos remarcables . Podríamos no obstante destacar por su dificultad técnica la protección del templo de Saptashrungi en India o por su impacto social las obras de que realizamos para la puesta en marcha del nuevo tren cremallera de la Muntanya de Montserrat”. 

Complejidad añadida para la seguridad

No es de extrañar, por tanto, que José Caride Iglesias, gerente de Hermanos Caride, hable de que, entre todas las tareas que afronta la actividad vertical, “bajo nuestro de punto de vista esta es la más dura en cuanto a esfuerzo físico”. Matilde Murillo Amat señala, por su parte, “algunas diferencias a destacar, desde el punto de vista de la seguridad”. Y añade: “Al estar en un entorno natural, donde se realizan trabajos de estabilización, esto ya nos indica un riesgo externo de desprendimientos y/o deslizamientos no controlados sobre los propios trabajadores –prosigue–. Es decir, el trabajador vertical o de taludes, aparte de cuidar de evitar su propia caída con las medidas correctas de trabajos verticales, también debe protegerse y evitar la caída de objetos que le pueden alcanzar desde arriba. Este detalle añade complejidad a los habituales de trabajos verticales”.

Y luego está otra peculiaridad del sector: “Así mismo se debe mencionar que en los trabajos en taludes, no siempre se trabaja en vertical. En muchas obras los taludes son tendidos a menos de 45 grados o hay caminos –precisa la responsable de Seguridad de Desnivel Agranaltura–. Este hecho genera el riesgo de que los obreros reduzcan las precauciones y medidas de seguridad. Generalmente se puede decir que los trabajadores en taludes tienen una mentalidad menor en cuanto a los trabajos verticales. Hay situaciones y obras en las cuales es difícil imponer el rigor de las medidas de seguridad de trabajo vertical”. 

Y eso significa que las empresas, como continuamente insiste ANETVA, deben extremar la seguridad. “Esa combinación de que ocasionalmente haya riesgo reducido en taludes de menor inclinación, junto con el riesgo adicional de desprendimientos que pueden alcanzar al trabajador –reitera Murillo Amat–, genera situaciones de mayor necesidad de supervisión y vigilancia a las obras de taludes”. 

Es lo que le lleva a David Marín Casanovas a afirmar que frente a los trabajos verticales tradicionales “la principal diferencia es la componente geológica y geotécnica, lo que obliga a una importante especialización técnica de una parte del personal técnico y directivo”. Y singularmente, por otro lado, “también son muy importantes las inversiones en maquinaria y equipos de perforación hidráulica o neumática, inyección, proyección de hormigón, etcétera, situación que no se da en buena parte en los trabajos verticales”.